viernes, noviembre 14, 2008

AWID Forum: Primer plenaria: Mujeres Organizando y Transformando el Mundo

Creer en el poder de la mayoría

El Centro de Convenciones de la ciudad de Cape Town era un hervidero de gente. En todas partes se podían ver diferentes tipos de ropas, se podían escuchar diferentes acentos y voces. El “hola, ¿cómo estás después de tanto tiempo?” se repetía como un mantra del reencuentro entre activistas o bien el “hola, ¿de dónde vienes? “ como saludo inicial de una posible relación que irá creciendo durante el foro y hasta más allá de él.

Sin duda alguna el poder de los movimientos se podía sentir en el lugar, y como en un eco volvían las preguntas que muchas de nosotras nos estamos preguntando: ¿Cómo entendemos los movimientos? ¿Por qué los movimientos son importantes? ¿Por qué es importante para nosotras tener esta conversación ahora?

Los movimientos sociales están en todas partes, y si bien a veces se presentan como un iceberg, como dijo Geetanjali Misra, la fuerza de lo que se mantiene fuera de vista es tan poderosa, que es lo que hace que los cambios sean posibles.

Los movimiento sociales tienen una larga historia que nos permite trazar un mapa temporal en donde se entrecruzarán todas nuestras realidades, experiencias, aquellos sueños que tuvimos y aquello que pudimos lograr.

El poder de los movimientos no sólo se refleja en la realidad sino que también está vivo en el mundo virtual, en Internet y en todas aquellas herramientas que nos permiten estar en contacto y crear alianzas.

Los movimientos posibilitan nuevas formas de participación, y es el espacio en donde se pueden empezar a escuchar las voces de quienes no habían tenido un lugar en donde poder hacerse oír.

Según Geeta, los movimientos sociales comparten cinco puntos en común:

- un sentimiento de injusticia;

- comprender la opresión como una condición política;

- el deseo de cambiar las condiciones políticas, o al menos cambiar el poder;

- creer en el poder de la mayoría

- contar con la presencia de las/os sin poder.

Los movimientos producen reclamos colectivos y operan en una escala que una ONG o un grupo no pueden remedar.

Distintos movimientos sociales de Sudáfrica tomaron parte en la resistencia contra el apartheid, que terminó triunfando y llegando a las primeras elecciones en 1994. El Foro Social Mundial también fue mencionado como el espacio que ha permitido a muchos movimientos sociales poder debatir y encontrarse e inspirarse mutuamente.

Geeta también mencionó al Filantrocapitalismo, aquellas fuentes que tienen dinero para invertir en el cambio social pero que son impacientes y fuerzan a los movimientos a dar prueba de la efectividad de sus acciones sin tener en cuenta, y eso bien los saben los movimientos de mujeres, los cambios para que duren toman mucho tiempo.

Desde su Costa Rica natal, Lydia Alpizar Durán, la Directora Ejecutiva de AWID, nos saludó de manera entrañable y nos pidió que disfrutáramos del foro y que aprendamos, que soñemos, bailemos, y que a la vez no dejáramos de ver lo que está pasando al interior de nuestros movimientos. Habló sobre la fragmentación, la discriminación entre nosotras, el stress y el cansancio que muchas estamos sintiendo y sobre la necesidad de encontrar maneras más efectivas para encarar nuestros desafíos internos. Debemos aprovechar a ir más allá del análisis y de la retórica, y comunicarnos de manera más personal. Este es el tiempo para mirar hacia atrás pero también hacia nuestro lado. La idea es usar el poder que tenemos y que a veces no sabemos que poseemos.

Hermanas escondidas

Cada una de las participantes de esta plenaria presentó las realidades de lo que Mijoo Kim llamó las “hermanas escondidas”, haciendo referencia a cómo las Naciones Unidades llama a las mujeres con discapacidades. Además de ellas Mónica Aleman nos acercó la realidad, las luchas y parte del pasado de las mujeres indígenas de América Latina; L. Muthoni Wanyeki hizo un recorrido histórico acerca de las luchas de las mujeres en África y Sudáfrica y de los logros que han conseguido, como garantías legales, la participación política de las mujeres, que tiene su hito más importante en la persona de la presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf.

Mijoo sostuvo que las discapacidades es cuestión de mujeres. Más allá de la propia mujer que puede tenerla, se refirió a que en una familia, cuando hay alguien con discapacidad, siempre es una mujer quien cuida a esa persona.

También nos hizo pensar sobré qué significan para nosotras las discapacidades? ¿Vemos la discapacidad o vemos a la mujer? ¿Qué observamos? Lamentablemente las discapacidades son un tema aún invisible en el movimiento de mujeres.

Nadine, la joven activista lesbiana libanesa, puso al rojo vivo al auditorio al desnudar y poder re-apropiarnos de la concha (cunt, la palabra que utilizó en inglés).

C de creatividad, una especie de rueda feminista de reconocimiento entre las mujeres, y que posibilitaría la conexión más personal entre nosotras. Nadine comentó que su vida cambiará en el encuentro personal con otra mujer.

U de unidad. Nadie es libre hasta que todas seamos libres. Hay muchos agentes sociales que trabajan contra nosotras, y es en este cuarto en donde encontraremos a quienes nos ayudarán, nos apoyarán. Este es el espacio que cambiará el mundo. Sostuvo de una manera muy sentida: “Yo creo en el feminismo como otras personas creen en Dios”.

El movimiento somos nosotras, no una organización. Y jamás habrá un movimiento feminismo sin las lesbianas, ni las personas transgénero. Los temas de las lesbianas son temas de las mujeres.

N para números: necesitamos millones de nosotras para poder producir la diferencia.

T de tiempo; tiempo y continuidad, para el diálogo intergeneracional.

El desafío está sobre la mesa. El cambio está en nuestras manos
Mónica nos recordó nuestra relación con nuestras ancestras y esto está relacionado con las que vinieron antes y que fueron haciendo los caminos de encuentros.

El foro de AWID, nuestro presente inmediato, es el espacio en donde tomar el poder en nuestras manos, en donde poder preguntar cómo fue que llegamos al feminismo y volver a sentir aquella primera emoción que sentimos al respecto.

Este es el tiempo y el espacio en donde nuestras luchas, donde nuestras búsqueda, sueños, esperanzas, hasta nuestro enojo, encuentra un caminos por donde andar y con otros brazos a los cuales tomarse.

Como Mónica dijo: “no podemos disfrutar de nuestros derechos si hay otros derechos de otras personas que no se realizan.”

Venimos de diferentes países, de diferentes realidades, de diversos movimientos de mujeres, feministas, movimientos sociales y debemos juntarnos para poder trabajar con principios como la solidaridad, el interculturalismo, la diversidad y el dialogo intergeneracional.

Como dijo Lydia ¡soñemos a los grande!

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